BOLETÍN SEMANAL

jueves, 4 de octubre de 2007

Editorial: Puntualidad vs Productividad

Dentro del ámbito organizacional, exite una situación más que curiosa por su impacto en la productividad de los empleados. Me refiero específicamente al cumplimiento de los horarios de trabajo, y a su relación con la verdadera productividad.
Pasemos a ejemplificarlo; el horario de entrada se convierte en una especie de "maldición" todos los días, tanto para los empleados como para sus jefes directos; también en una "pesadilla" mensual para los jefes con el departamento de recursos humanos, reportes con números en rojo, estadísticas de reincidencia, reuniones para atacar el problema en la gerencia, reuniones de la gerencia con los jefes de departamento, reuniones del jefe con los empleados, y al final comienza el ciclo con el descuento de unas "horas" al empleado y su posterior queja a todos los niveles anteriores.
Ahora tomemos otra óptica de la situación, empleados sumamente puntuales, los cuales casi siempre que se les encomienda una misión particular, requieren de tiempo adicional para cumplir con lo pedido o terminan realizando un trabajo de mediana calidad. Tenemos también a empleados sumidos en trabajos tan absurdos, que sus propios jefes jamás revisan lo que les han encomendado, por ser algo de 4to. o 5to. nivel en su escala de importancia; por ejemplo luego de de realizar un expediende completo con todas aquellas estadísticas inherentes a los últimos seis meses de los retardos en la empresa, el jefe de recursos humanos la deja en su escritorio, probablemente para la reunión de fin de año con la gerencia.
En contraposición con esta situación, tenemos a los vendedores del departamento comercial con un horario flexible que alcanzan las metas establecidas, y por supuesto el vendedor estrella al que todos envidian por sus niveles de ingreso (algunos en la organización con más nivel de estudios, necesitan trabajar 3 o 4 meses para equiparar el ingreso de éste en un mes), el cual trabaja efectivamente 3 o 4 horar diarias habitualmente en la mañana (de 9 am a entre 12 y 1 pm). Su jefe lo felicita cada cierre de mes, el gerente esta encantado con este hombre, y la directiva decide al final del año, aprobar un plan de la dirección comercial premiándolo con un viaje al Caribe con todos los gastos pagos (esposa y dos hijos incluidos).
Moraleja, flexibilice lo que considera inflexible, pague en función de la calidad del trabajo ejecutado, incentive la productividad asignando tareas realmente importantes, y dígale a su empleado que vale todo el dinero que la empresa "invierte" en él¨; y no mire tanto el reloj a primera hora en la mañana o luego del almuerzo; total ya Einstein lo planteó: El Tiempo es Relativo.
Javier Acosta

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente post, breve, conciso y preciso. Pero qué dificil de entender para mucha gente con ideas anticuadas donde estar a las 8 en puto de un lunes es el máximo logro de la semana,como bien explicas mucha gente llega puntual pero es lenta a la hora de realizar sus tareas y muchos otros tiene tareas tan absurdas que ni la gerencia se detiene a revisar.